Antonio Minzoni
Catedrático de la UNAM
El Universal - Mexico
01/06/09
En un mundo, el de los ricos, todavía envuelto en una crisis financiera en cuyo muy largo túnel no se nota ninguna lucecita verde y a la cual se ha agregado una contingencia sanitaria, la de la influenza humana, la cual todavía sigue con sus síntomas de vitalidad, la Unasur sigue dando sus pasos firmes hacia la integración de América Latina.
Los 12 países de Unasur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, iniciaron el movimiento de integración en septiembre de 2000 en la cumbre de Brasilia, Brasil, en un marco democrático con el fin de coordinar el combate regional contra el narcotráfico y, lo más importante, crear la unidad sudamericana en defensa de los intereses de los pueblos y crear los Estados Unidos de Sudamérica.
Los años no han pasado en balde, el compromiso de la integración se está consolidando dentro y fuera de la región; se creó un Consejo Regional de Defensa y el Banco del Sur. A finales de 2008, el presidente ruso visitó algunos países de la región; en febrero de este año el presidente de Bolivia visitó a su colega ruso, y durante las conversaciones que sostuvieron los dos mandatarios, éste ofreció ser parte de la reconstrucción de Bolivia, agregando que se aumentará sensiblemente el intercambio comercial entre los dos países, que hoy es de unos 6 millones de dólares.
La reciente (15 de mayo pasado) visita a Buenos Aires, Argentina, del presidente de Venezuela a la mandataria de ese país ha significado un fuerte impulso hacia la integración de los países de América Latina.
Según la mandataria argentina, la próxima Cumbre de Unasur tendrá verificativo en los primeros días de julio en Santiago de Chile, y en la misma, después de la crisis originada por Estados Unidos por varias razones como ya comentado en su momento en estos espacios, es necesario pensar en la integración como un objetivo estratégico y abordar a fondo los problemas económicos de la región.
Durante las conversaciones se propuso la creación de un fondo financiero para reforzar el existente Banco del Sur, al cual podrán recurrir con iguales derechos los 12 de la comunidad, en caso de necesidad; al final volvió a discusión la formación de una moneda única al estilo de la Comunidad Económica Europea.
Cabe recordar que la semilla de Unasur ha sido el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay hace más de tres quinquenios. La semilla dio sus frutos, un alejamiento de la política un tanto opresiva de Estados Unidos que tuvo un primer reencuentro con los mandatarios de la región durante la reciente Cumbre de Las Américas.
Y entre las noticias un tanto sensacionales hoy al visualizarse esta crisis, de carácter diferente, con amenazas bélicas, la atómica después de la presencia en el sector de las bombas del mismo nombre por parte de Corea del Norte, llega una noticia según la cual Venezuela y Bolivia venderían uranio a Irán. Habrá que confirmarlo.
Algunos indicadores. Población: unos 370 millones. Brasil tiene 49% de esa cantidad, un PIB total que frisa los mil 700 billones de dólares con un promedio per cápita superior a los 4 mil 600 dólares.
Reservas internacionales sobre los 300 billones de dólares; coeficientes inflacionarios que oscilan entre 4% y 18%; aumentos en el PIB entre 5% y 14%; balanza comercial de los cuatro países más importantes de la comunidad; positivas entre 14 y 27 billones de dólares; otros índices favorables.
La población total dispersada en más de 18 millones de kilómetros cuadrados y Unasur planeada en Brasilia como mencionado, se concretó el 8 de diciembre de 2004 en Cuzco, Perú; ejemplo moderno de una comunidad que quiere demostrar su identidad en el mundo de los grandes pero sin apartarse de esa comunidad con la cual hay un intercambio comercial de un continuo crecimiento.
Terminaré con una reflexión: los pequeños también empiezan a contar en el nuevo orden económico-financiero que se está buscando en el mundo.
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