Las "tomas" y su historia

Sergio García Valdés,
El Mercurio
23/06/09

A raíz de las últimas ocupaciones por parte de sus alumnos del edificio donde funciona una Facultad de Derecho y de algunos colegios, y pronto a cumplirse 42 años de la toma de la Casa Central de la Universidad Católica, creemos necesario referirnos a este último episodio como un funesto precedente para el quiebre del Estado de Derecho en nuestro país.

Ese acto de ocupación ilegal, y por tanto ilícita, ha sido calificado por sus autores como una demostración de "progresismo", como lo eran también para los mismos las propuestas, en boga por esos años, entre las que se cuentan la reforma agraria, la revolución en libertad y la promoción popular. Y se jactan también, dichos "ocupantes", que ese movimiento se extendió a otros países, destacando entre ellos al que tuvo lugar en París al año siguiente, señalando que con ello pretendían "cambiar los estrechos límites dentro de los cuales se desenvolvía la UC".

En lo personal, como estudiante entonces de la Facultad de Derecho de la UC, nuestra percepción sobre ese movimiento estudiantil es diametralmente opuesta. Liderados por nuestro amigo Jaime Guzmán, también entonces estudiante de la misma facultad, recuerdo la advertencia que les hiciera a los dirigentes de la DC, en el sentido de que ellos estaban actuando como el "caballo de Troya" en esa subversión que a poco andar controlaría la izquierda, lo que finalmente ocurrió.

Conscientes de que si triunfaba ese movimiento y quedaba impune aquel ilícito serviría de funesto precedente para el futuro, los estudiantes opositores a esa toma decidimos nosotros mismos desalojar a los ocupantes, con la convicción de que si el gobierno del Presidente Frei Montalva y su gente permitían la toma, nosotros teníamos el derecho a exigir continuar con nuestros estudios, conculcados entonces con ese acto de fuerza realizado por el "Movimiento 11 de Agosto".

Así, en los días siguientes a la toma -y sin esperanzas de un desenlace pacífico, el cual intentamos sin éxito- decidimos en una madrugada darnos cita, en un punto de la comuna de Quilicura, 400 jóvenes provistos de cascos y garrotes, a lo que se agregaba una estrategia logística para reingresar a nuestra universidad. Sin embargo, filtrada la noticia de nuestro intento, el gobierno de Frei horas antes ordenó la protección de los ocupantes rodeando la universidad con un fuerte y numeroso contingente policial armado. Conocida esta circunstancia en el lugar del encuentro, y después de entonar el himno patrio, nuestros dirigentes decidieron abortar nuestra acción. De haber nosotros tenido éxito, según esperábamos, tal vez habríamos evitado la siguiente toma de la Catedral de Santiago, el incendio de una industria distribuidora y las "tomas" que habrían de llegar en los seis años siguientes a más de cinco mil, paralizando al país, ante lo cual los ciudadanos, final y mayoritariamente, solicitaron la intervención de nuestras Fuerzas Armadas.

Nuestro movimiento gremial universitario también intentaba entonces cambios dentro de nuestra universidad, pero en forma pacífica. Recién habíamos logrado ganar en las urnas el primer centro de estudiantes gremialista en la Escuela de Derecho, y organizábamos foros donde recordamos como participantes, entre otros, al distinguido profesor don Julio Philippi, alertándonos sobre los nefastos efectos para el país de una reforma agraria política que vulneraba el derecho de propiedad, juicio aquél del jurista Philippi que resultó profético.

Esta historia de las tomas se está repitiendo desde hace 10 años ya no sólo en establecimientos educacionales, sino también en sectores agrícolas y forestales en tres regiones del país, lo que puede ampliarse a otras actividades en algunas regiones más. Aún es tiempo de recordar esos hechos y evitar las futuras consecuencias, las que la gran mayoría de los chilenos no quisiera volver a vivir.

El Presidente francés, Nicolas Sarkozy, por su parte, fustigó fundada y detalladamente en su campaña presidencial el movimiento de mayo de 1968 en París, juicio, entre otros, que le significó un gran triunfo electoral.